3 oct 2011
Testimonio supuesto de encuentro con el hombre flaco
Esa cosa ha estado ahí por casi una semana. Una figura en la ventana. Parece no tener rasgos, solo piel en una cara humana, y esta presionandose contra la ventana de algun modo. No sé como llegó ahi, y no sé como deshacerme de él.
Al comienzo creí que era una broma, un muñeco o maniquí que algunos idiotas pusieron para asustarme. Entonces fui a quitarlo desde afuera, pero no estaba ahi. Entonces volví dentro y miré por la misma ventana, y ahi estaba, mirandome. Caminé alrededor de mi casa, gritando a quienquiera que estaba, pero no había nadie ahi. La cosa no tiene pales y esta desnuda, y no parece que tenga ojos, o cara siquiera. Pero su cabeza gira hacia mi cuando entro a la habitacion. Cuando me siento en mi computadora puedo sentir su mirada sobre mi cuello. Pero cuando me doy la vuelta, inocentemente gira hacia otra direccion.
Finalmente el jueves traté de abrir la ventana, pero esta trancada. Creo que las manos de la cosa la mantienen cerrada. Pero pude ver bien de cerca a su cara. Sus ojos y boca estan dentras de la piel, empujando hacia afuera.
Me miro, sonriendo.
Por supuesto que grité.
Me alejé y golpeé el vidrio con toda mi fuerza, determinado a romperlo y liberarme del monstruo obsevador. Sé que tengo fuerza. El vidio debería haberse fisurado. Pero no lo hizo. Vibró bajo mi mano, pero no se rompió. Entonces la sonrisa se hizo más y más y más amplia, hasta que parecía que la cabeza se iba a partir por la mitad. Eso levanto su mano y la golpeó contra el video con su palma. Se estaba burlando de mi. Pero vi una diminuta fisura donde lo había golpeado, y retrocedí. No quería que esa sonrisa este en mi misma habitacion.
Entonces conseguí cinta adhesiva, y empecé a cubrir la ventana. No podía mirarlo directamente, casi me orino simplemente sabiendo que me estaba mirando. Lo mire de reojo. Solo un poco.
Estaba enojado.
La sonrisa en su boca ahora me mostraba sus dientes. La piel había sido arrancada de su boca y podía ver hasta su garganta. Una vibracion amenzante inundó la casa, y la pequeña fisura empezó a agrandarse como hielo quebrandose. Quité la cinta adhesiva. La vibracion paró, cerró la boca y volvió a su antigua sonrisa. Ahora es de noche, y el ruido no ha empezado otravez. No hay sonidos, no hay vibraciones, no hay vidrios rotos. Todo esta quieto ahora. Puedo sentir sus garras trepando la espalda de mi silla. Puedo oir a su piel estirandose mientras sonríe.
Esta mirando lo que escribo.
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